
No acababa de ver nada apetecible en Storytel y pensé: "venga una de crímenes polares siempre viene bien". La cogí con muy poca ilusión, pero me ha gustado más de lo que pensaba. La verdad es que ahora, en frío, es lo más rocambolesco que he leído, pero mientras la lees resulta verosímil. La cosa empieza con dos crímenes que no parecen estar relacionados. Uno de ellos parece un suicidio: un hombre se tira al mar con su coche, pero al hacer la autopsia, el forense descubre que llevaba dos meses muerto y congelado. En la novela hay dos historias y dos líneas de investigación que parecen no estar relacionadas y lo están de una forma que no tiene que ver con los delitos, sino con los investigadores. Bueno, no quiero dar detalles para no hacer
spoilers: por un lado, psicópata asesino en serie y por otro, psicópatas que asesinan mendigos. Todo ello en tierras nórdicas. Buena piscinera.