SICILIA 2 (PALERMO)


Tengo que decir que, contra lo que esperábamos, el habitante de Palermo no es muy simpático, más bien tipo mulangón con los turistas, pero nosotros no nos desanimamos fácilmente y alas 8 horas de llegar ya cruzábamos por cualquier lado y mirábamos con mala cara al camarero si tardaba en atendernos.
Creo que he descubierto el negocio tapadera de la mafia: las tipografías. Está lleno, casi tantas como tiendas de vestidos de novia. Con lo caótica que es la ciudad, el comercio está muy organizado y especializado: tiendas de medallas de guerra, de belenes, de cornucopias. Luego descubrimos que en la parte nueva de la ciudad también hay Zara, Calcedonia y todas las tiendas del mundo globalizado, pero la parte vieja mantiene su comercio como en el siglo pasado.


Plaza Quattro canti


Las sillas de los portales estaban atadas con cadenas.
No son confiados los palerminos


La plaza de Quatro canti me dió una gran alegría al comprobar que Palermo tiene ¡ cuatro santas patronas!
Qué alegría para mi santoral de las monas. Son Santa Olivia, Santa Rosalía, Santa Cristina y Santa Ninfa (para mí que esta se la han inventado, pero investigaré). Religiosos lo son un rato, la ciudad está llena de hornacinas con santos y además preconciliares, pero del concilio de Trento. Yendo vestida como indica la foto, me hicieron ponerme una capelina de papel para entrar a ver la Capilla Palatina. No me tuve que comprar mantilla de milagro. Hay que reconocer que la capilla vale la pena, mucho más que el palacio. Está dedicada a San Pedro y San Pablo y llena de mosaicos muy bien conservados.
Lo que también son en Palermo es bastante machistas. Comimos un día en un restaurante muy bueno (Gagini, Via Casari 35) cerca del puerto. Era un sitio bonito, con aspecto moderno y comida muy elaborada. Pero, queridas amigas, las cartas que dan a los hombres son azules y las de las mujeres rosas y ¡sin precios! Para vengarme dije que el vino lo probaba yo y  pagué yo. A ver si se modernizan un poco.


Vestida decorosamente mostrando la calle dedicada a mi cumpleaños

Hornacina primorosamente cuidada
   


Noe bajando bichos tras el diluvio en la Capilla Palatina




Ristoranti Machisti

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