DON DE LENGUAS


No hace mucho comenté otro libro de la primera de estas autoras y os contaba que pensaba seguirle los pasos. Esta novela, aunque también policíaca, no es de la comisaria Weber-Tejedor y tiene un escenario muy distinto. Se desarrolla en Barcelona en el año 1952, poco antes del Congreso Eucarístico. Una joven periodista, harta de la crónica rosa, decide aprovechar la oportunidad que le ofrece el director de La Vanguardia de cubrir la información de un asesinato. La victima pertenece a la clase alta barcelonesa y un inspector de policía de los de aquellos años debe dar el visto bueno a lo que escribe. Con todo en contra, la chica no se acobarda y cuenta con la ayuda de colaboradores que poco tienen que ver con la investigación criminal. La trama está bien, pero sobre todo me gusta el retrato de la Barcelona gris de esos años, de la comisaría de Vía Layetana que tanto miedo daba, de esa generación tan desperdiciada. Es posible que me traicione mi amor por Barcelona y el gusto por las novelas ambientadas en la posguerra pero, en cualquier caso