SANTA LUCÍA


Santa Lucía, tan contenta
con los ojos en la mano

“Santa Lucía te conserve la vista” se suele decir. Y es la patrona de los ciegos, las modistas y los colchoneros (no sabemos si Flex le ha construido alguna capilla). Pero aunque la santa fue mártir y la sometieron a incalculables tormentos (incluido meársele encima, que nos parece muy feo), no le hicieron nada en los ojos, de manera que desconocemos la relación pese a las rigurosas investigaciones realizadas. Hay alguna leyenda sobre que el cónsul Pascasio mandó que le arrancaran los ojos y seguía viendo, pero las fuentes fiables (Santiago de la Vorágine) no confirman este dato. En cambio está claro que cuando la quisieron mover para llevarla a la tortura, ni 1000 hombres ayudados por bueyes lo consiguieron. No sirvió de mucho porque la torturaron in situ, pero les molestó. Pascasio estaba rabioso.



Harmency, nuestro analista de nombres de cabecera, hace una descripción peculiar de este. Empieza con “nombre ni del todo malo ni del todo bueno” para seguir con “las personas que se llaman así son impacientes, vanidosas, irreflexivas. Algo de egoismo; de tan poca actividad física que podríamos decir sin temor a faltar a la verdad que son perezosas; son también obstinadas e intransigentes; pero no tienen malos sentimientos”. Digamos que el balance no sale muy prometedor.