SAN JOSÉ


Santo de enorme popularidad por los malos tragos que tuvo que pasar, las maledicencias de las que fue víctima y por ser uno de los pocos santos de oficio conocido –al margen de los rezos, prédicas, sermones y éxtasis a los que resultaban tan aficionados sus colegas del santoral--. Es patrón de los padres y su advocación resulta especialmente útil para resolver los problemas de la vivienda, lo que hace suponer que su culto ha ganado muchos adeptos en los últimos tiempos. Se rumorea, incluso, que es posible que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca edite unas pegatinas con su imagen. El siempre críptico Harmency (autor del célebre tratado Su personalidad según su nombre) sostiene: “Concede este nombre aptitudes generales, que dan mayor fruto cuando se especializan”