SANTA MARINA


Santa Marina con el niño
de la suripanta
He tenido una invitada en casa con ese nombre. Cuando le hablé de mi pasión por el santoral me comentó que su patrona era travesti. Yo no me lo podía creer y he ido a las fuentes para informarme. Pues sí, queridos amigos, no hay nada nuevo bajo el sol, el travestismo es muy antiguo y Santa Marina lo fue. Resulta que era hija única y,al morir su madre, el padre decidió entrar en un monasterio. Pero había un problema ¿qué hacer con la chiquilla? Pues fácil, se la viste de chico y entran juntos en el convento (hay veces que la orfandad no es tan mala).
Pues nada allí estuvieron, murió el padre y fray Marino seguía siendo fray Marino. Pero no acabaron ahí sus problemas. Resulta que a veces se tenía que quedar a dormir en casa de un comerciante por asuntos del convento. Ese hombre tenía una hija que tenía amoríos con un soldado y se quedó embarazada. A la tiparraca no se le ocurrió mejor cosa que decir que fray Marino la había violado. Y Marin@ asumió la culpa sin un más más ni un más menos. El motivo es algo que escapa a nuestra comprensión. No solo la echaron del convento, sino que además de estar de ermitaña tuvo que criar al niño de la pelandusca hija del comerciante. Por fin, la dejaron volver al convento a "realizar las tareas más bajas". Allí siguió sin decir esta boca es mía y cuando murió y la fueron a amortajar se dieron cuenta de que Marino era Marina. Santa no sé, pero discreta un rato.

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