EL HOMBRE DE LA MÁSCARA DE ESPEJOS


En mi plan de leerme alguna novela de todos los escritores que voy conociendo me compré El hombre de la máscara de espejos. A tontas y a locas, como hago yo siempre las cosas, que si me hubiera fijado un poco más me habría dado cuenta de que este es el tercero de una trilogía: Crímenes exquisitos, Martyrium y esta. Empecé con un poco de temor de que fuera continuación, pero se pueden leer de forma independiente. Aunque hay referencias a los anteriores, no hay spoilers y puedo ir a por las anteriores con toda su intriga cuando quiera. Eso sí, se ve que Valentina Negro, la protagonista, lo ha pasado mal en las otras historias y, considerando todo lo que pasa en esta, no me sorprende. Nieves Abarca dice que a ella no le gustan los nórdicos, que en esos países solo te puedes morir de aburrimiento, que no pegan los psicópatas. Desde luego, nada más alejado del aburrimiento que esta novela. La inspectora Negro y el criminólogo Javier San Juan se enfrentarán a psicópatas de la peor especie, asesinatos, torturas, snuff movies, sin dejarte un momento de respiro. El primer capítulo es como el inicio de En busca del arca perdida ¿os acordáis? Aunque no tiene nada que ver con la trama nos encontramos con un pervertido que secuestra, viola y abandona a adolescentes. Y eso solo para presentar a la protagonista. Os podéis imaginar lo que viene luego... Para que se os quiten los calores del verano, si queréis escalofríos, esta es vuestra novela.