EN EL SÓTANO


Ulrich Seidl
81 minutos.
Austria.

Tenía muchas ganas de ver esta película desconcertante. Tras el caso que conmovió a la opinión pública austríaca, y de parte del extranjero, del padre que encerró y violó a su propia hija durante décadas en sus sótano, Sildl se preguntó qué no guardarían sus convecinos en sus sótanos. Si a esto le unimos el especial estilo de Ulrich Seidl, era fácil intuir que el resultado sería sorprendente, como en efecto, así lo es “En el sótano”.

Sin embargo, a esta mona le ha defraudado. No tanto por lo que descubre Siedl sino por cómo nos lo narra. Da la impresión de que el primer sorprendido haya sido el propio director y que haya perdido el pulso entre la sorpresa y lo cinematográfico. La película parece ensimismada en lo más evidente, por mostrar sin ton ni son. “En el sótano” aborda y abandona personajes sin que  adivinemos cuál es la intención, qué nos quiere contar. E incluso parece traicionarse a así misma alejándose de los sótanos para dar una información, que podría haber ofrecido igualmente sin salir de ellos.

La bajada a eso que está enterrado parece que da para mucho más de sí que lo que ha conseguido Seidl, con las mismas historias, con las mismas personas y por supuesto que, con los mismos planos soberbios que es capaz de filmar Sield. Lo que sí que es acertado de la película es el tono indefinido. El espectador se encuentra sin asideros para reír o llorar. Y la indefinición de tono, en este caso, va a favor de la narración que persigue lo inenarrable.