SHAWANTAMA’ANA


Dirección: Yanilú Ojeda

Documental.

El Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela en Madrid proyecta el próximo 4 de octubre el documental Shawantama’ana dentro del ciclo en el que, cada martes, explora la cinematografía venezolana de los últimos años. 

Shawantama’ana quiere decir lugar de espera y es un espacio que los indígenas wayú han adquirido en la ciudad de Maracaibo en Venezuela para que sirva como punto de enlace con su pueblo que habitan, como los yukpa, los barí, los añú, la Guajira colombo-venezolana. 

Es un hecho excepcional que se programen películas documentales y más tan particulares como Shawantama’ana. No es una película complaciente, en absoluto, pero lo que narra y cómo lo narra es excepcional. Es la antítesis de los documentales con mirada neocolonial sobre temática indígena, tratado como algo exótico y ansiosos por dar respuestas antes de ni siquiera plantearse las preguntas. En el caso de Shawantama’ana explora la supervivencia del pueblo wayú y su difícil encaje en la sociedad actual en Venezuela. 

Decía el cineasta Luis Alberto Lamata que a no ser que encontremos vida extraterrestre, nunca se dará un choque de culturas semejante al ocurrido tras la llegada de los conquistadores europeos a América en 1492. Un choque brutal y conmovedor. Shawantama’ana parece recoger las cenizas de aquel choque 500 años después. La borrosa huella que quedó de aquello. El retrato es desolador. La película plantea preguntas interesantes sobre el concepto de pueblo, nación, tribu, etnia, raza, convivencia, paternalismo, emancipación, independencia y nos devuelve la enorme ignorancia que tenemos sobre los pueblos indígenas y sus problemas de hoy más allá de las reminiscencias exóticas del pasado.