EL GRAN RÍO (JAMONA)


EL GRAN RÍO
En el Círculo de Bellas Artes desde el 26 de febrero.

Difícil describir qué es El gran río. Según aseguran sus creadores: "no debería llamarse exposición". El gran río es un película, entre otras cosas, un documental reflexivo sobre el concepto de revolución, "que es lo mismo que el de rebelión", asegura Juan Barja, director del Círculo de Bellas Artes. Pero los cineastas Elisa Celda y Óscar Vincentelli también han fragmentado su película en 22 piezas auto conclusivas que cuelgan de las paredes, el verdadero escaparate revolucionario. 

No es un ejercicio meramente formal, tampoco es un simple contenedor de información, es un colage de textos, imágenes y sonidos de otros autores que conforman una obra inédita, nueva, a la que se puede asir de muchas maneras, que cada cual encuentre la suya. "Hemos tenido unos guionistas excepcionales", sentencia Juan Barja, desde Platón a Pasolini, entre otros muchos. También destacados cineastas han cedido sus imágenes, entre otros, Carlos Casas o el recientemente fallecido Basilio Martín Patino a quien va dedicado el proyecto que no debería llamarse exposición y que, sin embargo, se expone en el Círculo de Bellas Artes desde el 26 de febrero.

A mí, que soy una mona revolucionaria, me encanta. "La idea de revolución es mejor que la revolución misma". "El ideario colectivo es algo vivo y de lo que nos nutrimos" responde Juan Barja en la presentación para la prensa preocupada por los últimos escándalos de censura en ARCO. Hechos que demuestran la necesidad de El Gran Río, un torrente de reflexión que debemos alimentar gota a gota hasta hacerlo desbordar.