Intérpretes: Antonio Banderas, Asier Etxeandia, Penélope Cruz, Leonardo Sbaraglia, Julieta Serrano, Nora Navas, Asier Flores, César Vicente, Raúl Arévalo, Neus Alborch, Cecilia Roth, Pedro Casablanc, Susi Sánchez, Eva Martín, Julián López, Rosalía, Francisca Horcajo
Alomodóvar siempre me despierta expectación. Unas veces me gusta y otras me espanta, pero es difícil que me deje indiferente. Esta me ha gustado. Mucho. Hacía tiempo que no me gustaba tanto una de sus películas, quizás desde Volver. Antonio Banderas interpreta a un director de cine aquejado de una fuerte depresión y de dolores crónicos que ha dejado de trabajar y de relacionarse con la gente. (vamos, hace de Pedro Almodóvar). Sus recuerdos del pasado, su carrera, sus amores, la relación con su madre van desfilando a lo largo de la película. Los actores están muy bien, aunque Banderas es un poco demasiado guapo para el papel (está fenomenal, ya quisiera Almodóvar...) y para mí resulta conmovedora, de esas historias que suenan a verdad. Solo le pongo dos peros: vale ya de ponerle la batita de señora manchega a Penélope Cruz (y encima maquillarla para que brille como un lucero) y la madre no puede tener los ojos marrones de joven y claros de vieja (fantástica Julieta Serrano).
Pues eso, si os gusta Almodóvar, esta es de las buenas.
Pues sí, igual tiene un sentido oculto que me he perdido, pero a mí me chirriaba.
Totalmente de acuerdo con lo del color de los ojos.
No entiendo que hoy en día, con todos los medios que hay, no lo hagan bien.
Seguro que nos darían alguna explicación, pero el asunto choca demasiado.
Aio!