REFLEXIONES DE DUCHA I



Reflexiones de ducha:

Me he dado cuenta de que la ducha me ayuda a pensar. Nuestra ducha es muy guay, el agua sale todo lo caliente que quieras (no creáis que pasa en todas) y las vistas desde la ventana me encantan, tiene una luz muy bonita, me da paz. Quizás por eso me resulta un buen sitio para pensar. No sé si os pasa, pero mi mente tiene unas conversaciones muy intensas en la ducha, con mucha gente. Se me ocurren cosas que luego me parecen bastante bien ocurridas.
Como ahora tenemos más tiempo, voy a intentar ser diligente y escribirlas.

Reflexión del miércoles 18.

El mundo se ha parado, estamos en casa recluidas obedientemente, por la cuenta que nos trae a todas. Me acuerdo de la cantidad de veces que hemos discutido nuevas legislaturas desde el prisma del cambio para la vida de las personas.
A ver si me explico mejor.
Cuando lo de Madrid central, se oían muchos argumentos sobre los problemas que una medida así causa en la vida de las ciudadanas. ¿Qué hace la gente para llevar a los niños al cole? ¿Y los repartidores? ¿Y el parking? No puedes cambiar así los hábitos de la gente de un día para otro.
Lo mismo con la discusión de las basuras en Gipuzkoa. No funciona el “Atez ate”, la gente no va a cumplir. ¿Cómo vas a multar a la gente por no reciclar bien? Han votado al PNV en Donosti por lo de las basuras…
Se me ocurren muchos ejemplos de este tipo. No puedes influir en la vida de la gente así, se van a quejar, no van a cumplir, no se van a adaptar.
Bueno, creo que es un argumento que ya no sirve. Cuando las cosas son importantes y las ciudadanas lo entendemos, podemos cambiar nuestras vidas de manera increíble.
Este parón está perjudicando a mucha gente, todavía no sabemos a cuánta ni hasta qué punto.
Mientras tanto, la atmósfera se está limpiando, ayer vimos imágenes de los canales de Venecia limpios y con peces.
Es verdad que cuando volvamos a la normalidad valoraremos las cosas como nunca, durante un tiempo. Luego nos acostumbraremos a la nueva realidad, sea la que sea. Pero estaría bien no olvidar que podemos limpiar el mundo entre todas, sin llegar al extremo de la cuarentena pero tomando medidas extremas contra el cambio climático.
Está claro que nos gusta nuestro mundo, lo echamos de menos, así que ¿por qué no nos ponemos serias cuando salgamos para cuidarlo?, sin excusas.