TRANSBORDO EN MOSCÚ (MONA JACINTA)


Ya he dicho alguna vez que yo leería cualquier cosa escrita por Eduardo Mendoza, así fuera un BOE. Me da igual el tema, lo disparatado de la historia o esos textos en diferentes idiomas que va intercalando (sospecho que para tomarnos el pelo). Compro lo que sea. Aquí termina la trilogía de Rufo Batalla y, por desgracia,  parece que la carrera del autor como novelista (espero que se desdiga, pero no sé. Este hombre es vago...)

A mí me parecía oír al propio Eduardo Mendoza en muchos de los discursos, no solo del protagonista. Creo que ha utilizado esta novela para mostrar sus opiniones, su forma de ver el mundo mientras nos hace recorrer el final del siglo XX. Rufo se ha casado con una rica heredera y se dedica a una vida de holganza que compagina con sus tareas de espía ayudante del rey Tukuulo. Nuestro protagonista no para de viajar: París, Londres, Viena, Nueva York... Y vamos viendo los cambios de Barcelona a través de los años. A los que conocemos bien la ciudad, nos encanta recorrerla en las diferentes épocas y acompañar a Rufo a lo largo de la vida.

Mendoza tiene novelas mejores, pero en esta casa siempre tendrá: