Ahora sí que sí. El último de la saga Malaussène que tan buenos ratos me ha hecho pasar. Si no los habéis leído, ya podéis correr a por La felicidad de los ogros, que es el primero. Ha pasado tanto tiempo desde el anterior que menos mal que han puesto guía de personajes y árbol genealógico de la familia, porque si no me hubiera liado. Los nietos Malaussène corren un grave riesgo de morir asesinados. Es un ángel, Maracuyá y Señor Malaussène se han metido en el camino de una organización delictiva casi perfecta. El Yayo dirige a un grupo de jóvenes de forma militar, diversifica sus negocios y consigue que todos sus chicos le teman y adoren a partes iguales. Verdún se verá involucrada en su faceta de jueza. Es una delicia porque aparecen todos los personajes de las anteriores, como si Pennac les hubiera hecho un homenaje. Una de las mejores sagas del mundo mundial. Como despedida, les vamos a dar
