LA BÚSQUEDA DEL TESORO


Esta novela de Camilleri se me había despistado, y es raro, porque es uno de los autores a los que soy muy fiel. Ya dije que la última, La sonrisa de Angélica, me decepciono un poco, pero en esta he reencontrado a mi Camilleri favorito. Por si alguno no lo conoce, las novelas de la serie del comisario Montalbano (en honor a Vázquez Montalbán) se desarrollan en Vigatá, un pueblo de Sicilia. La novela negra mediterránea se distingue de la nórdica, entre otras cosas, porque los protagonistas prestan mucha atención a lo que comen y beben. Siempre dan ganas de sentarse a la mesa de Montalbano. En esta aparece un psicópata, que no sé cómo ha caído en Vigatá. Otra diferencia con los nórdicos, aquí se mata al jefe, a la cuñada, al marido o al vecino. Habiendo tantos conocidos a los que asesinar ¿para qué matar a un extraño? El psicópata es muy poco mediterráneo, pero Camilleri ha querido probar. También se aprecia una cierta melancolía, el protagonista reflexiona sobre la vejez y la vida como lo debe hacer el autor. Y de vez en cuando, qué lastima, hasta los lectores (ni sombra de lo que fuimos). Van las consabidas