LA VIDA DE ADÈLE (2013)


Director: Abdellatif Kechiche
Intérpretes:  Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux

Escribo esta crítica con mucha presión: Palma de oro del Festival de Cannes, buenísimas críticas, obra maestra según algunos de mis amigos, peliculón...
Fui al cine sintiendo la obligación de que me gustara, pero yo soy una mona honrada, no Carlos Boyero y os cuento lo que me parecen las pelis desde el lado del espectador.
Para empezar la duración ¿por qué tres horas? ¡Señor de los espacios infinitos! Nos quejábamos de las pelis de dos horas ¿dónde está aquel maravilloso formato de 90 minutos? Y, a mi modo de ver, no lo justifica. Porque, con lo larga que es, el tiempo es muy confuso, no sabría decir cuánto tiempo transcurre en la historia. Yo hubiera dicho un par de años, pero parece que pasan unos cinco.  Había oído que era una historia de amor en la que pesan las diferencias de clase. A mí no me ha parecido eso, creo que cuenta, y muy bien por cierto, el descubrimiento de la sexualidad por parte de Adèle y la historia de una pasión (y las grandes pasiones, ya se sabe, como el rosario de la aurora). Es una película muy física, muestra el sexo, la comida, la bebida de una forma que te hace sentirlo. Un historia de bocas que besan, muerden y comen. Las actrices están maravillosas, muy especialmente Adèle Exarchopoulos. Y, con todo, para mí no es una peli redonda, le faltan cosas y le sobran otras. Es intensa e interesante, dará para muchas conversaciones, pero no puedo decir que me haya gustado mucho.