Esta es otra novela del mogollón "novela negra nórdica" que me gusta bastante, aunque unos más que otros. Camilla Läcberg es la de las historias de una pareja formada por un policía y una escritora que viven en una zona de la costa pequeña e idílica pero en la que surgen asesinos como champiñones. Para mí que los vecinos ya se deben mirar con recelo, en plan " ¿a qué este también va a resultar ser un psicopatilla?". Es una novela bastante
supersinmás, pero se lee fácil y es entretenida. Lo mejor me parece el ambiente familiar de los protagonistas. Se nota que la autora tiene niños pequeños. La trama arranca con un enigma que te tiene intrigada toda la novela ¿por qué desapareció toda una familia y solo se encontró en la casa a un bebé? Han pasado los años y el bebé, convertido en una mujer, vuelve a la casa donde todo empezó. Hasta aquí puedo leer. No está mal para el puente.
