UN MAL NOMBRE


Estoy completamente abducida por Elena Ferrante. Hago el comentario del segundo libro cuando estoy terminando el tercero y con ganas y miedo de leer el cuarto. ¿Qué haré cuando los termine? ¿De verdad Lila y Lenù van a desaparecer de mi vida? 
Una cosa que me llama la atención es que al leer veo a todos los personajes con claridad, podría hacer el casting para la película porque sé perfectamente qué aspecto tiene cada uno, si son guapos o feos, altos o bajos. Todos excepto Lenù, la narradora. Sé que es rubia, que lleva gafas, que tiene mucho pecho, pero no consigo verla. Y estoy segura de que no es casualidad, en estos libros hay mucho trabajo detrás, nada es casual. Quizás, precisamente, es por ser ella la narradora. Es como si ella no fuera capaz de verse a si misma. Como casi todas nosotras a veces se siente guapa, otras fea, a veces brillante y otras apagada y gris. Y nosotros lo vemos todo desde sus ojos. Este segundo libro va desde el fin de la adolescencia a través de la juventud de las protagonistas, con caminos cada vez más separados pero nunca fáciles. No son libros fáciles de resumir, porque si os digo cómo va el matrimonio de Lila o los estudios en la universidad de Lenù, no os cuento nada. Tenéis que leerlos, las monas no repartimos alegremente


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