CUERPO DE ÉLITE



97 minutos.

Dirección: Joaquín Mazón

Elenco: Miki Esparbé, María León, Jordi Sánchez, Andoni Agirregomezkorta, Juan Carlos Aduviri, Joaquín Reyes, Carlos Areces, Vicente Romero, Silvia Abril, Pepa Aniorte, Roberto Bodegas

Supongo que Rafael Gil y Fernando Vizcaíno Casas —unos adelantados a su tiempo— cuando produjeron las Autonosuyas, persiguieron el éxito que hoy cosechan las comedias que explotan los regionalismo y que baten registros de taquilla en las salas de cine en España. Tuvieron que pasar 20 años hasta que apareciese Vaya semanita y recogiese aquel guante y empezase a hacer chistes con los tópicos y, de paso, destapar algún que otro tema tabú. 8 apellidos vascos, más otros tantos catalanes y ahora Cuerpo de élite han traspasado al cine ese mismo espíritu de seguir rompiendo tabúes. 

Cuerpo de élite es una más que robusta producción al servicio de un guión que deja mucho que desear, que persigue seguir explotando la fórmula comercial. El cine industrial español ha encontrado su propia fórmula y parece estar dispuesto a explotarla hasta el hartazgo. Esta mona envidiosa celebra el hecho de que se produzcan películas nacionales (nacionalistas, sería más propio) que plantean muchísimos temas interesantes, pero lamenta que su confección no invite a la más mínima reflexión por la frivolidad con que los trata. Cuerpo de élite hereda el humor más tosco televisivo, pero también es hija de interesantes antecedentes como la serie Los hombres de Paco o Acción Mutante. Lo malo es que el resultado de la película cae más del lado del humor fácil y simplón que, por desgracia, abunda en televisión, que de sus referentes más interesantes.


Mi conclusión, como no podría ser de otra manera en un Nacionalista Sin Fronteras, es que: ¡viva el cine nacionalista! Si me tienen que conquistar —que no convencer— prefiero mil veces que me conquisten los chistes regionalistas que los dramas de los adolescentes estadounidenses ante el dilema de elegir, o ser elegida,  pareja para su baile de graduación. Quizá podamos de una vez por todas producir cine con la misma falta de sustancia que otros, que no son mejores ni peores, pero no son los nuestros, muy los nuestros y mucho los nuestros.