SES MONES A PALMA (MONA JACINTA)


Ya sabéis que, si algo nos gusta a las monas, es refitolear, andar de festivales: de cine, de novela negra o gastronómicos. Como decía la sabia abuela de Pseudomona "todo andar es romería". Y nosotras somos muy fieles a ese principio. Llegué a Palma con un día de antelación por un cambio a última hora, lo que me dio ocasión de hacer turismo. Es una ciudad preciosa y, por ser febrero, muy tranquila. Me sentí como George Sand en Un invierno en Mallorca o como Georgie Dann en El chiringuito, no estoy muy segura, pero me sentí fenomenal.
El Mediterráneo es guay
Preciosos edificios modernistas





















La Seu es impresionante. Me gustó mucho la capilla que ha decorado Barceló. Podría parecer impensable hacer algo así en una catedral gótica, pero el resultado es precioso. Los efectos de la luz a través de los rosetones también son una maravilla. Me pareció muy curioso que en una de las capillas hay unos cestos con papelitos doblados para que cojas uno, lo leas y medites. Lo que viene a ser la galleta china, pero en católico. Desde entonces estoy meditando sobre mi cita. No he concluido nada muy relevante y me parece muy inapropiada para mí. Sería el cesto de la Infanta Cristina o así...

Fachada principal
Rosetón

























Capilla del Santísimo
Pensamiento profundo
que me tocó en suerte


Al día siguiente tuve la presentación en la estupenda librería Embat, cuyos dueños --Gloria y Francesc-- son de esos héroes que consiguen organizar y mantener durante diez años un festival como Febrer negre. Libreros de los que quedan pocos. Me presentó Sebastiâ Benassar, lo que siempre es un placer. Y luego hubo una mesa muy interesante sobre espías en Mallorca. No tenía ni idea de lo vinculada que estaba la isla al mundo del espionaje, como para que se empadronara John Le Carré. En la mesa participaron Antoni Planes, Sebastià Benassar y Antoni Janer. También tuve ocasión de conocer a Antoni Sierra (no sé, ahora que veo, Sant Antoni debe ser el patrón de la isla...)y me vine con uno de sus libros, La avenida de las sombras, novela negra mallorquina, qué ganas...
Pues eso, que Palma merece mucho la pena y Febrer negre es un excelente momento para visitarla. Gracias, Gloria y Francesc, por invitarme a vuestra casa.
Programa de Febrer negre
Tià y yo, mano a mano





















Espías en Mallorca