
Soy fan absoluta de Leticia Sánchez Ruiz. He leído casi todas sus novelas y todo lo que pone en redes me interesa, me divierte o las dos cosas. Además, me cae bien. Pero esta es una novela excelente, no lo digo por lo que me gusta Leticia, creo que va creciendo como novelista y sus obras cada vez son mejores. La historia parte de la desaparición de un famoso escritor chileno en Oviedo veinte años atrás. Ese día el autor había acudido a una tertulia con un club de lectura, lo dejaron en su hotel y salió a dar un paseo al amanecer. Nunca más se supo nada de él. Alana, que acudió a esa tertulia siendo niña, siempre ha estado obsesionada por esa historia. La muerte en extrañas circunstancias de una mujer miembro de esa tertulia la hará empezar a investigar qué pasó aquel día.
La trama es interesante, pero los personajes son maravillosos: Alana que es chamarilera y dueña de un fantástico Gabinete de Maravillas; la historia de amor con su marido, Blas; su tío Canor, un personaje que merece tres novelas; todos los demás miembros de la tertulia. Siento como si hubiera paseado entre la lluvia y la niebla por ese Oviedo mágico de la novela. Además, de vez en cuando te encuentras frases que son como perlas que la autora va dejando cada pocas páginas, como "me habló de los objetos que dejaba, no de los que iba a llevarse. Signo inequívoco de melancolía". Siento no ser de esas lectoras que subrayan y ponen pósits, este libro daba para muchas marcas. Si no conocéis a Leticia, ya estáis tardando. Novelón.