
"No creo pecar de orgullo, como demostraré a lo largo de mi exposición, si comienzo diciendo que soy un hombre con ciertas cualidades. Quizá no resulte especialmente apuesto y llamativo, pero sí educado, discreto, concienzudo, culto y buen conversador." Estas palabras ya nos indican cómo será el personaje. Un hombrecillo que se toma muy en serio a sí mismo, que considera el ridículo como lo peor que le puede suceder en la vida y, sin embargo, toda su existencia es ridícula. Y a la vez produce ternura, pena y hasta nos sentimos un poquito identificados. ¿Quién no ha hecho un papelón en su vida? Recomendable.
